Las líneas de tuberías son sistemas diseñados para el transporte de efluentes provenientes de las zonas domésticas, residenciales y empresariales de toda la ciudad hacia la zona de tratamiento del mismo.
Su propósito es poder mantener las condiciones de salubridad necesarias en la zona, ya que los efluentes que provienen de la ciudad deben ser tratados porque son una fuente de contaminación, y la mejor forma de transportarlo es por medio de tuberías.
Las redes de saneamiento de la ciudad son parte de este tipo de sistemas que transportan efluentes, más específicamente las aguas residuales
Esto es lo que se hace en las grandes ciudades, pero ¿Qué sucede con las ciudades pequeñas que no cuentan con una red de saneamiento? ¿O con las viviendas que están alejadas de la ciudad?
Para este tipo de situaciones es que se crean los pozos o fosas sépticas, ya que como no se tiene acceso a la red de saneamiento no es posible transportar estas aguas residuales, y de lo contrario deben ser entonces desechadas en el ambiente.
Si no se cuentan con unidades destinadas al tratamiento de las aguas residuales entonces la calidad de vida de los residentes disminuye considerablemente, además de que se propagan enfermedades y plagas.
Fosas sépticas L’Ametlla de Mar
Estas fosas sépticas que se encargan de acumular y procesar las aguas residuales necesita de mantenimiento para que puedan continuar funcionando de manera óptima.
Como se encargan de separar la parte sólida de la líquida se forma en el fondo de la unidad algo conocido como el lodo de la fosa séptica.
Esta suciedad comienza a acumularse hasta alcanzar un nivel en el cual es necesario que se realice el vaciado y limpieza para que pueda continuar operando de manera correcta.
Si esta suciedad no se elimina entonces el sistema de depuración y de filtración de la fosa séptica puede verse afectado, lo que causa que no trabaje a su máxima capacidad.
Lo recomendable es realizar el vaciado de la fosa séptica cuando ya el nivel de lodos haya alcanzado la mitad de la unidad, y esto puede ser una vez al año o con mucha más o menos frecuencia.
Para esto existe el medidor de contenido y es importante prestarle atención con frecuencia para determinar el uso que se le está dando a la unidad.
Si se realizan este tipo de mantenimiento entonces la fosa séptica podrá continuar trabajando como si fuera nueva.
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